Hola me llamo Mª Elena y tengo 2 hijos diagnosticados de TDAH.
Carlos tiene 12 años, tuve sospechas de que pudiera tener algún problema cuando empezó 1ºde primaria. En la primera reunión del curso pregunte a su tutora…
¿Cuánto tiempo sería prudente esperar a que un niño aprendiera a leer?
Ella me contesto que: ”En el primer trimestre solían hacerlo la mayoría”.
Pero Carlos no lo consiguió. Una amiga que trabaja en el cole me recomendó consultar a la psicóloga
del centro, fue entonces cuando se le diagnosticó y remitió a salud mental infantil;cuando salimos de allí, yo me quería morir, fuimos tratados muy descortésmente y con la receta de una medicación con un aspecto desconocido para la mayoría de personas a las que consulté; profesores, pediatras, farmacias…
Estuve haciendo preguntas hasta marzo que volví a hablar con la psicóloga del cole, elle
me tranquilizó diciéndome que cuando el niño alcanzara el nivel que le correspondía, seguramente ya no tendríamos que medicarlo. En ese momento reaccioné y empecé a entrar de lleno en el tema. Leí todo aquello que encontré en varios medios, os recomiendo que no paréis de recopilar,
Contacte con la asociación de niños hiperactivos, asistí a un curso de padres que se impartió allí, al terminar les invité a que hiciesen un charla sobre el tdah en el cole de mi hijo. Queria que toda
la comunidad escolar conociera de este problema que tenían delante y no identificaban o confundían con niños vagos…mal educados…
Realmente este trastorno con información y colaboración, puede mejorar la vida de las partes afectadas
Continué en mi empeño, encontré una gran profesional de la salud mental. Está, siempre que la necesito nos resuelve cualquier duda.
Además es atendido por la unidad de neuropediatría del Hospital DR Pesset.Lo siguiente fue hacerle una adaptación curricular en el cole para que cogiera el ritmo de la clase, buscar a una persona que nos ayudara en casa fuera del horario escolar, (el trabajo con él para mi en casa era agotador).
Os tengo que decir que no fue fácil, Carlos se escondía en el armario y ella tenía que entrar a decirle que le iba a enseñar a leer a winni the Pooh, el oso del que no se separaba nunca. 
Así estuvo un mes, el siguiente mes lo pasó cruzado de brazos, la solución a esta actitud fue llevarlo a casa de esta chica, que cuando tomo de nuevo el control sobre Carlos, volvió a darle las clases en nuestra casa, en la actualidad ella sigue trabajando con Carlos a diario, a ello le hemos añadido una hora extra a la semana de Ingles.
Durante el verano en el pueblo donde pasamos las vacaciones, también le proporcionamos continuidad a su aprendizaje con profesores particulares. 
¡La constancia es la clave del éxito!
Carlos en la actualidad cursa 6º de primaria, sus notas son brillantes, el camino es duro pero si trabajamos juntos, es satisfactorio.
El TDAH nadie asegura que se pueda curar, pero si te lo propones, se puede manejar.
Lo más duro, adaptar la medicación, sabía que la necesitaba, hubo que hacer muchos ajustes, conociendo los pros y los contras, elaboré un calendario de cada momento de su vida: a qué hora quería que empezara, que quería conseguir de esta mientras duraba su efecto, “Todo no se puede tener,” puse en una balanza las prioridades que serían más beneficiosas a largo plazo.
Esto se decidió en colaboración de los profesionales que lo atendían, los padres somos los que debemos estar pendientes de los efectos que les producen.
El contacto continuado con sus tutores, a lo largo de toda la primaria ,fue fundamental para su favorable evolución, como muy bien describió su tutora de segundo ciclo: “Hay que ver a Carlos como un niño que tiene un problema, no como a un niño problemático, debemos acercarnos a él con ganas de ayudarle”
Le programamos y dirigimos a diario, hasta que sea plenamente consciente y pueda hacerlo solo. Esta es la suerte de un diagnostico temprano, pues comparado con lo que ha tenido que sufrir un adulto hasta que es diagnosticado hay un abismo, le sucedió a mi hijo Sergio .
Por cierto, Hoy cumple 21 años ¿y sabéis dónde está en este momento? 
Se me llena la boca al deciros que está en la universidad, a él nos costó más identificar su trastorno porque carece de la H. 
Su trayectoria escolar:En primaria con muchos altibajos, llegó al instituto en 3º de ESO, lo repitió.
Con mucho esfuerzo y con la ayuda de una academia logro a terminar el ciclo. Esto le hizo creer podria continuar estudiando, empezó bachiller tecnológico, suspendió todas las asignaturas excepto educación física y filosofía. 
Decepcionado de esto, cambio a bachiller mixto, los dos primeros trimestres, fue por el mismo camino suspendiendo seis… y continuaba diciendo que quería estudiar….
….Él accedió enseguida a mi propuesta de consultar a los especialistas de Carlos… los resultados al tratamiento fueron espectaculares, en el último trimestre recuperó lo suspendido, solo suspendiendo matemáticas que aprobó en septiembre. Volvió a cambiar de bachiller, esta vez al de humanidades y en el primer trimestre recuperó la asignatura de latín que no la había cursado el año anterior por el cambio de modalidad. Segundo de bachiller lo termino con cuatro sobresalientes. En junio se presento al selectivo y… aprobó (sacó un 10 en filosofía)

Hoy cree que con su vida puede hacer lo que quiera, y su autoestima toca el cielo como mi orgullo de madre.

Desde el cole, anteriormente nos habían invitado a participar en un programa de investigación mundial en el cual buscaban familias con nuestras características, esto nos enseñó bastante. El diagnostico no fue muy diferente pero si más extenso, y sobretodo desconcertante, porque nuestros hijos tenían un CI muy alto, exactamente las palabras de la señora que nos dio los primeros resultados fueron: “enhorabuena, sus hijos son superdotados” creíamos que se burlaba de nosotros, Era Ana Miranda, toda una eminencia en este campo, lo primero que le dije fue: “¿y que tenemos con esto?” -nada. Nos contesto, “si no se trabaja muy duro”.
Tengo que confesar que mis hijos son mi mayor desvelo, pero es el más enriquecedor, el que más satisfacciones nos da a su padre y a mi.
Hemos aprendido a ver la vida desde el TDA-H con humor.De lo mismo que antes vivíamos como un drama sin solución, ahora aprendemos de ello.
Nos ha costado mucho la adaptación entre nosotros y con el medio que nos rodea. Pero ahora somos una familia feliz dentro de nuestras limitaciones y posibilidades
Por eso quiero deciros que con constancia y sentido común ,todo se puede conseguir, y algo que escuche hace poco, “A estos niños hay que tratarlos como cabeza de ratón y no como cola de león, Con un puño de acero en un guante de terciopelo.